SINDROME METABÓLICO: QUÉ ES Y POR QUÉ ES IMPORTANTE

Seguro que has escuchado hablar de él. Es muy famoso últimamente; y, desgraciadamente, cada vez más. Mucho más extendido en los países desarrollados, aunque avanza impasible en todo el mundo: hay estudios que dicen que un tercio de los estadounidenses lo padece. Pero, ¿qué es y por qué es importante el síndrome metabólico?

«EL SÍNDROME X»

En 1988, el doctor Gerald Reaven habló durante una conferencia sobre el «síndrome X». Le llamó así a un conjunto de alteraciones metabólicas que elevan en 5 veces la prevalencia de diabetes tipo 2 y de 2-3 veces la enfermedad cardiovascular (ECV). Y le puso ese nombre porque no conocía el origen, la causa original de tan gran problema.

Ya en los años 50, se observó que los altos niveles de triglicéridos aumentaban la probabilidad de sufrir algún tipo de enfermedad cardiovascular. En un principio se pensó que era por comer demasiada grasa, pero poco a poco, la ciencia descubrió que no eran ellas las responsables de ese nivel elevado de triglicéridos en sangre.

QUÉ ES EL SÍNDROME METABÓLICO

Como hemos dicho arriba, el síndrome metabólico son un conjunto de alteraciones que provocan que aumente en gran número las posibilidades de tener otras enfermedades más severas, como diabetes tipo 2 o ECV. Estas alteraciones han sido redefinidas numerosas veces desde que Reaven habló de ello, pero, en la actualidad, se considera que tiene síndrome metabólico todo aquel que cumpla 3 de las siguientes 5 condiciones:

  • Obesidad abdominal medida por la circunferencia de la cintura por encima de 101,5 cm en el caso de los hombres y de 89 cm en el caso de las mujeres.
  • Glucemia en ayunas > 100 mg/dL
  • Triglicéridos en ayunas > 150 mg/dL o tomar medicación para controlarlos
  • HDL <40 mg/dL en hombres o 50 mg/dL en mujeres
  • Tensión por encima de 130/85 o tomar medicación para controlarla

Si tienes 3 o más de estas circunstancias, tienes síndrome metabólico. Y ¿qué es lo que lo produce?

QUÉ PRODUCE EL SÍNDROME METABÓLICO

Lo que te voy a decir a continuación seguramente no lo saben ni tu médico ni tu enfermera de cabecera. Tristemente, en la medicina clínica pocas personas se preocupan de conocer el verdadero origen de las enfermedades. Y es una pena, porque sabiendo el origen, podemos incidir sobre él directamente, no sobre los síntomas, que es lo que se hace comúnmente.

El síndrome metabólico son una serie de factores de riesgo que tienen un origen común. Este origen es la hiperinsulinemia, es decir, mantener constantemente los niveles de insulina en sangre elevados.

La insulina es una hormona que produce el páncreas para controlar el azúcar en sangre. Siempre se nos ha dicho que el azúcar es muy importante, que hay que tener unos niveles de azúcar suficientes para tener energía. Pero esos niveles se deben mantener entre unos límites, unos 4-5 g, una cucharadita de postre, no más. Si se acumula más azúcar de esa en la sangre, es tóxica, por lo que el páncreas echa insulina al torrente sanguíneo para obligar a las células del resto del cuerpo a meter ese azúcar dentro suya.

Y, ¿por qué se produce esa elevación constante? Porque nos pasamos el día comiendo, y, sobretodo, porque ingerimos demasiados hidratos de carbono. Estos hacen que se eleven la insulina constantemente, y «la exposición crea tolerancia», es decir, que de tantas veces que se exponen a la insulina, las células ya no responden como deben, dando lugar a lo que se denomina resistencia a la insulina. Cuanta más resistencia a la insulina, más insulina queda acumulada en la sangre y más resistencia se crea ¿me sigues?. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Esa exposición constante, a lo largo de los años, a cantidades elevadas de azúcar e insulina deteriora el metabolismo y, en consecuencia, los órganos, lo que va dando lugar a todos esas alteraciones que denominamos síndrome metabólico que, si no controlamos, puede crearnos un problema bastante grande.

¿CÓMO SE TRATA EL SÍNDROME METABÓLICO?

Como decíamos anteriormente, cuando sabes la causa raíz de un problema, la solución es mucho más fácil, sencilla y evidente. Si ya sabemos que la hiperinsulinemia (mantener niveles de insulina en sangre constantemente altos) es la causa principal del síndrome metabólico, la solución pasa, SIMPLEMENTE, por evitar que suba la cantidad de insulina presente en sangre constantemente. Es decir, dejar de comer todo aquello que incremente la secreción de insulina al torrente sanguíneo.

Referencias bibliográficas

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